Reunidos bajo la torre de las Palomas, frente a la actual fábrica de cementos, lugar emblemático en remotas culturas y yacimiento arqueológico, un grupo de adoradores del astro sol liderado por Eloísa Navas dieron lectura a los trabajos finalistas y ganadores de una nueva edición de los premios Alborán de poesía y microrrelatos dirigida a jóvenes valores.
Con buen ambiente, algo de marejada de poniente y entusiasta colaboración de distintos voluntarios que se ofrecieron a recitar, también hubo la habitual invocación al sol, cante por jabegotes y acompañamiento de guitarra, caracolas y para concluir algunas luces de bengalas que fueron encendidas y levantadas al viento para anunciar el crepúsculo y despedir el momento.
Nuestro agradecimiento a todos los intervinientes que desde este momento quedan invitados para el próximo año.
Pablo Portillo