El año 2012 se cierra con la triste noticia del fallecimiento de D. Pedro Portillo Franquelo, uno de los promotores y primeros socios de Amigos de la Barca de Jábega.
Nació en el barrio de El Perchel en 1933. Terminados sus estudios de Perito Industrial fue militar en el Sahara para después dedicarse a la docencia en la Universidad de Málaga en su condición de Catedrático de Topografía y Oficina Técnica, hasta su jubilación.
Académico de Mérito de la Academia Malagueña de Ciencias, a la condición de licenciado y doctor en Economía se une la de director de infinidad de trabajos de investigación en materia de arqueología industrial y la autoría de numerosas colaboraciones tanto de carácter técnico como de corte costumbrista, siendo especialmente recordada Málaga y su Escuela de Peritos: Ambiente, Personajes no Famosos de una época y 50 años de Recuerdos (leer página 149 «Las cosas de la playa«).
Sobrino de Luis Franquelo, creador de la malagueña Cerveza Victoria, en cuyas antiguas instalaciones desempeñó algunos trabajos, plasmó sus experiencias, investigaciones y amplios conocimientos en su último libro, publicado este mismo año: Tonelerías y cervezas malagueñas. Las familias Buzo, Franquelo y Sarlabós.
Muy vinculado con el mundo de la jábega, en 1971 compró La Lola a Paco el Motril, para reconstruirla posteriormente como carpintero de ribera y con ello mantener encendida la llama de la barca durante la década de los ochenta. Como amo acudió en septiembre del citado año a la que posiblemente fuese la última gran regata de barcas celebrada con antiguos jabegotes en la playa de La Carihuela. Tras un lapso de tiempo regresa como mandaor, regateando en el muelle en 1983 en la prueba que marcaría el resurgir de las competiciones de barcas.
Poco antes de su fallecimiento, ABJ publicaría en el número 18 de los Cuadernos del Rebalaje su Dibujo e interpretación de los planos de una barca de jábega, valiosa aproximación a la lectura y comprensión de este tipo de representaciones gráficas.
Partícipe directo del rescate de la cultura marítima malagueña, fue D. Pedro una persona culta y cordial, muy querida en todos los ámbitos donde se desenvolvió.
Amigos de la Barca de Jábega, que cuenta entre sus miembros con dos de sus hijos, se enorgullece de haber compartido con él los primeros años del proyecto asociativo, se une al dolor de su familia y lamenta profundamente su irreparable pérdida.
Descanse en paz.