Como cada año nos reunimos al pie de esta torre de las Palomas para celebrar el solsticio de verano, fiesta que viene celebrando la ABJ desde hace más de una década. Bienvenidos a esta celebración.
Solsticio. El solsticio de verano sucede el día en el que el Sol alcanza su máxima altura. En el hemisferio norte se produce entorno al 21 de junio, siendo éste el día con más horas solares y la noche más corta. Esa noche es distinta a las demás, ya que desde épocas ancestrales el hombre, en conjunción con la naturaleza y las estrellas, celebra fiestas. Es una noche con magia, ritos y tradiciones. Noche especial que da paso a la celebración del verano.
Neandertales. En esta rompiente, hoy al pie de la Torre de las Palomas, que se prolonga hasta el frente de la Cueva del Humo, los neandertales, una especie humana extinta que vivió durante el intervalo comprendido entre hace unos 300.000 y unos 28.000 años, debieron ver la salida y la puesta del sol cada día, como hoy lo hacemos nosotros. Cerca de aquí, en Ardales se han encontrado pinturas simbológicas de neandertales, pero en cueva de Málaga organizaron su vida y desde aquí se extendieron, como lo hicieran los primeros H. sapiens, por rutas de las costas y el interior de Andalucía. Es por eso éste un lugar especial en el que hoy nos reunimos los Amigos de la Barca de Jábega y nuestros amigos.
Ritos ancestrales. En estas fechas los agricultores daban gracias por el verano, las cosechas, las frutas y por disponer de más horas para cumplir con sus obligaciones y entregarse a la fiesta. Pedían por la fecundidad de la tierra y la de su gente. Fuegos y rituales eran protagonistas en este día para simbolizar el poder del Sol y ayudarle a renovar su energía, también para purificarse, y para asegurar el renacimiento del Sol.
La ABJ y el solsticio. La tradición católica desplaza esos rituales a la noche de San Juan, en la que las hogueras son comunes en muchos países. Es uno de los actos del solsticio de verano en el que el fuego purifica, quemando lo viejo y malo para que nazcan nuevas oportunidades y nuevos deseos. La ABJ decide trasladar el solsticio de verano a la orilla del mar en 2012, al pie de esta torre de las Palomas, para rememorar los rituales de la gente de la mar. Hemos celebrado este día casi sin interrupción, bogando hacia el sol durante la puesta, leyendo poemas, con bautismos de mar, con cante por jabegotes y reuniendo socios, amigos y simpatizantes en torno al mar y las jábegas, y al sol. Lo hacemos cerca de donde los antepasados venían desde el interior a celebrar, en la cueva del Tesoro, en el Santuario de Noctiluca, la antiquísima divinidad lunar de la fecundidad.
El sol, el solsticio, las jábegas. Hoy celebramos el solsticio de verano con alegría junto a nuestros amigos de la asociación de remo de Pedregalejo y de todas las jábegas de los diferentes rincones de Málaga. La jábega ha traspasado los límites de la pesca que la vio nacer para convertirse en una seña de identidad de nuestra provincia. Cientos de remeros bogan cada año en nuestras costas en competiciones deportivas, pero no deben olvidar que la barca, la jábega, es una embarcación ancestral para la pesca. Entre todos debemos buscar un lugar en Málaga para que en él figure el monumento a la barca de jábega, que sea un homenaje a la cultura de la pesca y del rebalaje de Málaga, cultura que defendemos y protegemos desde la ABJ. Vamos a trabajar para conseguir que se erija ese monumento.
Cambio climático y actividades humanas. Como recordaba el año pasado, los efectos del cambio climático son cada vez más visibles en tierra y en la mar. Desde ABJ vemos con preocupación cómo las actividades humanas están perturbando el clima y la vida en la tierra y los océanos, produciendo un creciente calentamiento global que supone muchas cosas importantes: falta de agua que ya se está haciendo presente este año, desertificación de zonas de la provincia, pérdida de biodiversidad terrestre y marina; llegada de especies invasoras marinas que reducen las capturas pesqueras etc. Podemos acabar con graves problemas de agua y alimentarios si no somos capaces de adaptar nuestros cultivos y nuestra forma de vida al agua que tenemos. El mar, fuente de vida, bienestar, salud, alimento y otros servicios, está cada vez más contaminado y más caliente. Seguimos sin ser conscientes de que lo estamos haciendo muy mal.
No quiero acabar sin una bocanada de esperanza en el hombre. Tengo mis dudas, pero aún me queda algo de esperanza en que la humanidad se dará cuenta del daño que estamos haciendo a la tierra y al futuro del planeta. Celebremos este solsticio pensando que tenemos un año hasta el próximo, para corregir cuanto hacemos mal en contra de la naturaleza, en contra del mar que nos rodea, en contra de nosotros y del futuro de nuestros hijos y nietos. No lo olvidéis durante este año.
Y ahora, ¡a divertirnos y a disfrutar de la fiesta, de la cultura y del verano que empieza!
¡Viva la ABJ!,
¡Viva el verano!